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¿Qué son los vegetales?
Los vegetales y hortalizas son verduras con proteinas que proceden de seres vivos que crecen pero no se mudan de lugar por impulso voluntario. El reino de los vegetales está compuesto por organismos multicelulares, eucariotas, que son capaces de sintetizar su propio alimento por medio de la fotosíntesis.
En su mayor parte se encuentran en hábitats terrestres, pero algunas especies viven en el agua. Sus células se encuentran cubiertas por una pared celular constituidas a base de celulosa, que les da gran rigidez y resistencia. Varían de tamaño desde aquellas pequeñas como los musgos, hasta gigantescos árboles que pueden llegar a medir más de 100 metros de altura.
¿Por qué es importante comer vegetales?
Comer vegetales proporciona beneficios para la salud – las personas que comen más verduras y frutas como parte de una dieta saludable en general son propensas a tener un riesgo reducido de algunas enfermedades crónicas. Las verduras proporcionan nutrientes vitales para la salud y el mantenimiento de su cuerpo.
La mayoría de las verduras son naturalmente bajas en grasa y calorías. Ninguno tiene colesterol. (Las salsas o condimentos pueden agregar grasa, calorías y/o colesterol.
Las verduras son fuentes importantes de muchos nutrientes, incluyendo potasio, fibra dietética, folato (ácido fólico), vitamina A y vitamina C.
Las dietas ricas en potasio pueden ayudar a mantener una presión arterial saludable. Las fuentes vegetales de potasio incluyen batatas, papas blancas, frijoles blancos, productos de tomate (pasta, salsa y jugo), remolacha verde, soja, frijoles de lima, espinaca, lentejas y frijoles rojos.
Importancia de los vegetales
Los vegetales contienen vitaminas C y pro vitamina A– Son un complemento ideal para cubrir proteínas y nutrientes en una dieta equilibrada, es aconsejable consumir aproximadamente 400 gramos por día, acompañando pescados y carnes en manera de tortillas de acelga o espinaca, puré de papas o calabazas, ensaladas de lechuga y tomate, por ejemplo. Es bueno incrementar de a poco el consumo de verduras en la dieta ya que es muy importante el aporte que hacen al organismo, para gozar así de buena salud.
Algunos vegetales se consumen crudos, varían en características, color y forma. Las verduras son ricas en potasio, magnesio, proteínas, también se puede encontrar hierro y calcio en tomate, acelga y espinacas. En las verduras de color intenso se encuentran: ácido fólico, vitaminas del grupo B, A B caroteno, nos aportan además lignina, celulosa y hemicelulosa, es decir fibras vegetales.
Es valioso destacar que no aportan grandes contenidos energéticos, ni tampoco aportan B12 ni vitamina D. Entonces, su principal función es la de proveer vitaminas y minerales al organismo.
Beneficios para la salud
- Consumir una dieta rica en vegetales y frutas como parte de una dieta saludable en general puede reducir el riesgo de cardiopatía, incluyendo ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
- Consumir una dieta rica en algunas verduras y frutas como parte de una dieta saludable en general puede proteger contra ciertos tipos de cáncer.
- Las dietas ricas en alimentos que contienen fibra, como algunas verduras y frutas, pueden reducir el riesgo de cardiopatía, obesidad y diabetes tipo 2.
- Comer verduras y frutas ricas en potasio como parte de una dieta saludable en general puede reducir la presión arterial y también puede reducir el riesgo de desarrollar cálculos renales y ayudar a disminuir la pérdida ósea.
- Comer alimentos como las vegetales que son más bajos en calorías por taza en lugar de otros alimentos ricos en calorías puede ser útil para ayudar a reducir la ingesta de calorías.
Un perfecto equilibrio
Los vegetales como consecuencia de su déficit aparece el estreñimiento, aumenta la posibilidad de padecer hemorroides y/o divertículos intestinales. Por otra parte, el exceso de fibras reduce la absorción del calcio, zinc y hierro a través del intestino. Cuando se consumen de manera excesiva en un breve período de tiempo puede generar gases, flatulencias, distensión abdominal y cólicos. Estos síntomas se reducen hasta desaparecer cuando las bacterias naturales de nuestro tracto digestivo se adaptan al aumento de fibra en la dieta.
La fibra debe ser parte de nuestra dieta de alimentación diaria, dado que beneficia el funcionamiento de los intestinos. Si el consumo diario fibra vegetal es escaso o nulo, la recomendación es de incorporarla progresivamente, aumentando día a día su consumo, hasta llegar a los 25-40 gramos diarios. Como se mencionó anteriormente, la fibra no puede ser digerida y por consiguiente metabolizada. Esto no significa que la misma no sea aprovechable, sino todo lo contrario, ya que sus efectos son varios y beneficiosos desde que es consumida hasta ser eliminada.